Influencia de la sociedad en nuestras vidas!

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Muchas veces no damos importancia a la relación diaria que tenemos con las personas de nuestro alrededor, sin pensar que nos acabaran influenciando para bien o mal.

 

Seguro que si te parar a pensarlo empezaras a encontrar a esa persona que te marco de alguna forma, te cambio la forma de ver las cosas, de pensar, te ayudo, y te demostró que podías confiar, pero sin embargo también pudo ser para mal e hizo el efecto contrario, que te encerrase en ti, que vieras que no puedes confiar en él, que te defraudo y acabaras con ello mandando todo a la mierda.

 

Estas influencias puede venir de cualquier persona que conozcamos o mantengamos algún contacto ya sea virtual ( facebok, twiter, whatsapp…) como cara a cara, y por supuesto la familia y amigos serán los que más nos marquen junto con algún que otro profesor o monitoras que pasen por nuestra vida, ya que en muchas ocasiones son ellos los que nos acaban conociendo mejor que nosotros mismos y saben con una mirada como estamos, seguramente buscaremos en ellos los que nos falta a nosotros y los que entenderán que “x” comportamiento esconde muchos sentimientos o rabia y sobre todo lo haremos en aquel amigo que vemos a diario y en él cual confiamos tanto que su opinión nos importara más que las del resto y con ello nos dará ese empujón que tanto necesitamos, o nos hará pensar.

 

Los contextos en los que nos movemos pueden ser unos grandes aliados o unos grandes enemigos. Veamos qué son, cómo afectan y cuáles son los mejores para reforzarnos en lo personal y en lo profesional. Se pueden agrupar en tres categorías:

 

Materiales. Los lugares donde se vive y se trabaja, el barrio y el vecindario, la tecnología, el automóvil o el ajuar doméstico.

 

Personales. La familia, la pareja, los amigos, los compañeros de trabajo, los conocidos, el contacto en las redes sociales, los horarios y los hábitos.

 

Mentales. Las creencias, los paradigmas, la formación e información, la religión o los condicionamientos.

 

Todas estas circunstancias pueden jugar a favor o en contra de uno, ser un motor que propulse nuestra vida o un ancla que la hunda. Un entorno colabora o compite. Inspira o deprime. Nutre o envenena. Obviamente también existen entornos neutros, pero por esa misma razón hay que evitarlos tanto como los que nos perjudican. No es posible prescindir de los ambientes, pero sí elegirlos cuidadosamente teniendo en cuenta sus efectos.

 

Los entornos materiales y personales son visibles y evidentes, aunque tal vez no sus efectos. Otros son más sutiles, pero tan influyentes. Todo influye en todo y nadie puede aislarse del contexto inmediato sin recibir de él su influencia.

 

Hay muchas personas no conscientes de que la mayoría de las cosas que hacen a lo largo del día son consecuencia de los hábitos que dominan su vida. La mayor parte de las decisiones que tomamos acerca de los actos que realizamos a diario, nos pueden parecer el resultado natural, ya que los humanos somos “animales racionales”, del consciente, razonado y constante modo de reflexionar que usamos en nuestra toma de decisiones. Sin embargo, esto no es así.

 

Muchas de nuestros actos son, en realidad, consecuencia de hábitos inconscientes. Y aunque pensemos que cada uno de ellos, si los analizamos aislada e independientemente, puede que no veamos la importancia que tienen sobre nuestra manera de actuar, si los relacionamos con el resto de hábitos y cosas que hacemos.

 

La dependencia del cerebro hacia las rutinas automáticas puede llegar a ser peligrosa. Los hábitos pueden ser tanto una bendición como una maldición, dependerá de a qué lado de la balanza caigan

El miedo que nos acompaña día a día

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El miedo es aquella perturbación angustiosa del ánimo por un rasgo o daño real o imaginario. Es un sentimiento común y se produce en todos los seres humanos.

 

Algunos de nuestros miedos, por supuesto tienen un valor de supervivencia básica. Otros, sin embargo son reflejos que pueden ser debilitados o reaprendidos .

 

Puede afirmarse e que el miedo es una emoción, que ha acompañado al ser humano durante toda a su historia. Esta realidad d es compartida con las demás s especies del reino animal , quienes al reconocer la presencia del peligro o asumen comportamientos de esquivar, huida o ataque .

 

Los temores que enfrenta n los seres humanos no son los mismos en todos los lugares, estos se expresan de acuerdo con las amenazas que experimentan a lo largo de su vida. Esta sensación de ansiedad causada por nuestra anticipación es una reacción biológica de nuestro cuerpo ante un conjunto de señales que interpreta como temerosas.

 

Los miedos que sentimos los seres humanos son una infinidad pero lo más comunes son:

 

-Temor a la inestabilidad: Muchas personas sienten gran temor al cambio, el salir de un estado de comodidad, el salir de una estabilidad, el tener que aprender algo nuevo ó amoldarse a algo que desconocen, esto aterra a la mayoría de las personas.

 

-Temor a pensar: Surge del miedo al rechazo, creemos que no sirven de nada nuestras ideas, que nos van a tildar de idiotas o simplemente es un miedo a cambiar la imagen del ser humano que deseamos proyectar. Carecemos de fe en nosotros mismos. Muchos dejan de hacer algo simplemente por el temor al «Que Dirán» , piensan más en lo que otros piensan y no se atreven a ser diferentes y hacer lo que deseas solo por temor a recibir críticas.

 

-Miedo a hablar con la verdad: Este temor va de la mano con el de la soledad. Aunque de vez en cuando es mejor guardar silencio si no hemos de agradar con las palabras o vamos a ser muy duros en las expresiones, pero como dicen por ahí es mejor «un colorado que cien descoloridos».

 

-Temor a confiar en otros: Juzgamos sin razón o con anticipación a los demás, o nos dejamos influenciar por la envidia mezquina y hasta nos olvidamos que somos los constructores de nuestro destino, que la historia no está escrita, que hay personas que sí valen la pena y que esperan que abramos el corazón y en forma solidaria busquemos la solución a los problemas de la vida.

 

-Miedo al fracaso: El tener una idea ó un sueño y no poder llevarlo a cabo ó fracasar en el camino es algo que paraliza a muchas personas y por esto la mayoría de grandiosas ideas se quedan solo en eso…Ideas que jamás se hacen realidad por el miedo a fracasar.

 

Temor al sexo: Creemos que es algo sucio, indebido, lujurioso, pensamos que ese placer es un pecado mortal, y no una satisfacción personal que exige el ejercicio de la libertad responsable y el serio compromiso con la pareja.

 

-Miedo a la soledad: Es en la soledad y el silencio cuando logramos comprender que nuestra vida vale la pena vivirse si tiene un sentido y la lucha diaria responde a un significado vital que nos hace trascender la cotidianidad y el instante. A la mayoría de las personas no les gustar estar solas, somos seres sociables y necesitamos de otros para subsistir, el hecho de pensar estar solo para siempre es algo que aterroriza a muchas personas.

 

-A la muerte: Muchas veces sentimos miedo el saber de con que nos vamos a enfrentar después de morir y solo pensar dejar a nuestros seres queridos con el corazón hecho pedazos, nos llena de mucha angustia.

 

-Miedo a las enfermedades: Enfrentar enfermedades que no tengan cura o nos dejen en una cama dependiendo de otros es uno de los temores más grandes en las personas.

 

-La pérdida de un ser querido: El perder a alguien que amamos y que es importante para nosotros es uno de los mayores temores que sienten las personas, el saber que jamás lo volveremos a tener cerca es algo que hace que muchos sientan gran temor.

 

-A Enamorarse: Paradójicamente a pesar de que el amor trae felicidad a nuestra vida, muchas personas sienten gran temor de enamorarse, tal vez el hecho de pensar que pueden sufrir ó que no serán correspondidos.

 

-Al Futuro: El no saber que nos depara el destino y la vida, el no saber si mañana voy a lograr lo que quiero, el no saber si todo lo que he soñado se hará realidad es algo que atemoriza a la mayoría de las personas.

 

-A no cumplir sus sueños: Todos los seres humanos tenemos sueños que cumplir, el pensar que no se harán realidad lleva a muchos a sentir gran temor y pensar en que pasará si estos no se cumplen

-Tú conduces tu vida, tú eres el piloto…¡toma el control de tu vida y, por supuesto, de tu felicidad!

En primer lugar, para saber qué es realmente la felicidad, tendríamos que hacernos una pregunta: ¿Qué es para mí la felicidad? La respuesta puede resultar algo compleja y estar llena de matices diferentes para cada uno de nosotros, porque conozco personas que tienen una fuerte dependencia hacia los demás y eso les impide disfrutar y alcanzar su verdadera felicidad, personas que dependen de cómo sea su relación con el resto para sentirse felices.

 

Todo lo que existe en esta vida, cambia continuamente… el ser humano, las riquezas, mi cuerpo, el clima, los placeres, etc. Y así podría decir una lista interminable.

 

A través de toda mi vida, he aprendido algo; decido ser feliz y lo demás lo llamo…”experiencias” , amar, perdonar, ayudar, comprender, aceptar, escuchar, consolar.
Me había preguntado muchas veces por qué existen personas que en apariencia tienen todo en la vida: una gran familia, amor, salud y una buena situación financiera, pero, aun así, no son felices. La respuesta es simple: solo diez por ciento de nuestra felicidad depende de todas estas circunstancias. ¿Sorprendido? Yo también lo estuve al leer estas afirmaciones en el libro de esta psicóloga, Los comos de la felicidad (The how of hapiness).

Hay gente que dice: “No puedo ser feliz” porque estoy enfermo, porque no tengo dinero, porque hace mucho calor, porque alguien me insultó, porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien no me valoró…Pero lo que no sabes es que PUEDES SER FELIZ aunque… estés enfermo, aunque… haga calor, aunque… no tengas dinero, aunque …Alguien te haya insultado, aunque…alguien no te amo, o no te haya valorado.

SER FELIZ ES UNA ACTITUD ANTE LA VIDA QUE CADA UNO DECIDE!
Es evidente que vivimos en sociedad y que preocuparnos por el bienestar y por la felicidad de los que nos rodean es indispensable y muy recomendable, pero eso no significa que nuestro día dependa de cómo nos ha saludado hoy el jefe, de la cara con la que nos ha mirado el compañero de oficina o de si mi hijo se ha despedido bien al irse al colegio. Debemos velar por la felicidad de los demás, pero no podemos pretender tenerlo todo controlado, no podemos dejar en manos de otros nuestra felicidad. Porque sería como dejar en manos de otros nuestra propia vida.
DEBO DESTACAR QUE LA FELICIDAD ABSOLUTA NO EXISTE, SOLO SON MOMENTOS Y HAY QUE DISFRUTARLOS AL MÁXIMO